Fue sorprendido con 10 bellotas de hachís tras un vis a vis familiar y explicó que «era para su consumo»
Un recluso de Teixeiro se libró de una condena por tráfico de drogas porque no se pudo probar que las sustancias que llevaba encima eran para vender al resto de la población penitenciaria o para su propio consumo. Y porque alegó que si portaba varias bellotas de hachís era porque siempre lleva encima la droga. «Si la dejo en la celda me la roban, así que cuando no estoy en ella la tengo conmigo siempre», dijo frente al juez.
Ante esto, el juzgado de lo Penal número 3 decidió absolverlo de un delito de tráfico de droga por el que el fiscal pedía que fuese condenado a tres años de prisión, que habría que sumar a los que ya está cumpliendo por delitos varios.
En la sentencia, el juez explica los motivos que le llevaron a la libre absolución del reo. Ahí recuerda que la legislación es muy clara en cuanto a los delitos contra la salud pública o tráfico de sustancias estupefacientes. Una cosa es tener droga y otra muy distinta es tenerla para venderla. Y en este caso, no se pudo comprobar que el recluso tuviera intención de comercializar las 11 bellotas de hachís que llevaba encima el 6 de marzo del 2016, cuando después de un encuentro familiar fue cacheado. Otro motivo por el que fue absuelto se debe a la cantidad de sustancia intervenida, pues entra dentro del normal consumo de una persona con una larga adicción.
Ya en el juicio, defendido por el penalista Diego Reboredo, explicó que la droga no se la pasó su familia, sino que ya acudió a su encuentro con ella encima porque «en la celda, cuando no estás, puede entrar cualquiera y te la roban».
Incrementan las intervenciones de droga en prisión
Un grupo de reclusos de Teixeiro, aprovechando un permiso, se pusieron en contacto con La Voz para «denunciar» que el precio de la droga entre sus muros se ha duplicado desde que los funcionarios incrementaron hace unos meses las medidas de seguridad y control. «Hay mucha menos y eso hizo subir su precio», dicen. La bellota de hachís puede alcanzar los 120 euros (en la calle cuesta entre 50 y 60) y el gramo de cocaína subió a los 140 (fuera cuesta 60).